20.03.2025 / 7pm
Socorro Polivalente

CUT CUT CUT / Performance

El tiempo, lejos de ser una entidad objetiva, es una construcción cultural que opera como marco de referencia para dar sentido a la experiencia humana. Desde los primeros sistemas de medición hasta las coordenadas temporales que rigen la vida contemporánea, su función ha sido la de estructurar lo inasible, imponer orden sobre lo caótico y establecer límites que regulan nuestra relación con la realidad. Sin embargo, con la consolidación del capitalismo industrial en el siglo XIX, el tiempo dejó de ser solo un principio organizador para convertirse en un insumo productivo, una unidad divisible y cuantificable que podía ser apropiada, administrada y comercializada. El reloj, antes un mecanismo de orientación, se transformó en una herramienta de control: la jornada laboral se estandarizó, la cadencia del cuerpo fue forzada a acompasarse con la máquina y el flujo del tiempo, antaño vinculado a ciclos naturales, pasó a estar sujeto a la lógica incesante de la acumulación y la eficiencia.

En la contemporaneidad, la relación entre tiempo y capitalismo se ha complejizado hasta devenir un régimen totalizador que disuelve las fronteras entre producción y existencia. En la era de la hiperconectividad y la economía de la atención, el tiempo ya no solo se segmenta en jornadas laborales, sino que se expande como un flujo continuo donde cada instante es susceptible de ser capturado, monetizado y optimizado. La aceleración sistémica y la imposición de la disponibilidad permanente configuran un paisaje donde la productividad se extiende más allá del ámbito del trabajo, colonizando el ocio, el deseo y la subjetividad.

CUT CUT CUT de Mariajosé Fernández-Plenge irrumpe como una reflexión crítica y poética sobre cómo el tiempo, enmarcado en el sistema capitalista, es mercantilizado, fragmentado y reconfigurado en función del valor económico. Su propuesta —heredera de las exploraciones performativas de los sesenta en donde el cuerpo, las instrucciones y lo ritual operan como vectores de sentido— opera como un dispositivo de desmontaje, donde el corte, tanto literal como metafórico, se convierte en un gesto que interroga la relación entre tiempo, productividad y subjetividad. Una acción mínima que devela que el tiempo no es solo un recurso cuantificable, sino una entidad maleable que delimita y condiciona nuestras existencias, evidenciando su papel como mecanismo de control que regula las subjetividades y restringe la agencia de los cuerpos dentro de un desenfrenado sistema de acumulación.

C.B.C

Christian Bernuy del Carpio


 
Time is precious. Quantity of time (time as we know it), is limited. It is what we cannot make more of.
We live in an era where humanity has consolidated a system in which every action is inscribed in a financial algorithm, converting the exchange of time for money in a fundamental practice of our existence. This performance invites you to reflect on time and interpret it with your most subjective point of view.

CUT CUT CUT was a performance done in New York / June 26th, 2024. Viewers were invited to choose one of the 60 clocks tied to the artist’s clothing, follow the chord of the object and cut the piece of clothing attached to it with sharp black scissors in order to take it home with them. The clocks ran out after 2 hours.

 I. time

/tīm/

noun

  1. the indefinite continued progress of existence and events in the past, present, and future regarded as a whole.

II. “Capitalism is dead, but it has achieved immortality thanks to financial and virtual transubstantiation. The financial mathematization of the ordinary business of life is the source of the immortalization of the corpse of capitalism.”

- From Franco “Bifo” Berardi on his book The Second Coming.